lunes, 11 de mayo de 2009

III. DISTINTOS TIPOS DE TERRAZA

Los esfuerzos imaginativos de los arquitectos han creado, en relación con la \ivienda o edificios, una diversidad de terrazas y balcones de distintas concepciones y usos.

Balcón

Es un espacio abierto y de dimensiones relativamente pequeñas, que se utiliza principalmente como punto de observación al exterior, es decir, para mirar la calle. A causa de su limitada superficie, el diseño de su jardinería deberá ser simple, excepto en aquellos casos, que se utilice únicamente el balcón como punto de observación desde el interior, haciéndolo inaccesible al paso y ajardinándolo en toda su superficie.

Terraza cubierta

Dado que es un espacio mayor y cubierto en su parte superior, admite una utilización más amplia, no sólo como lugar de observación a la calle, sino también a modo de estancia, con la colocación de una mesa y sillas, para comer y trabajar e igualmente de solarium poniendo tumbonas, etc.

Terraza abierta

Es un espacio de iguales características y usos que el anterior, pero sin un techo que la proteja, es decir, una terraza descubierta. Por esta razón, su ajardina-miento será distinto debido a que está más expuesta a los elementos climatológicos como viento, sol, lluvia, etc.

Terraza de áticos

Espacio con una superficie bastante grande que normalmente rodea y correcta diversas habitaciones de la vivienda. Estas terrazas admiten un ajardinamiento más amplio y completo, a la vez que una diversidad de usos.

Patios cerrados en edificios

Son unos espacios cerrados en su perímetro por edificaciones; por esta razón su uso es limitado, teniendo que ajardinarse de una forma muy especifica, a causa del escaso soleamiento, de la humedad que normalmente posee y de la poca aireación; debido todo ello, a que está cerrado casi en su totalidad.

Palios abiertos era laterales de edificios

Espacios grandes que admiten un extenso ajardinamiento y una variedad de usos. Sin embargo, debido a su situación carecen de utilidad, la cual se puede conseguir mediante la colocación de pérgolas, toldos, pantallas ajardinadas, setos, etc.

IV. PROYECTO DE AJARDINAMIENTO DE TERRAZAS

Cualquier espacio (terraza, patio, balcón o jardinera) convenientemente ajardinada, constituye un lugar de re-lax, de observación o simplemente decorativo, principalmente en primavera y verano por el contraste de colores y perfume que pueden ofrecernos las plantas en su época de floración. Además en esta época es cuando se utilizan los espacios exteriores, que se convierten en apreciados lugares de observación y reposo.'

Cualquier lugar o espacio, por pequeño que sea, se puede ajardinar. Para hacer el proyecto de ajardinamiento de una terraza, balcón o jardín, se debe pensar en la organización de superficies ajardinadas y de uso, para que el proyecto definitivo responda a las necesidades y gustos del usuario, a la vez de que se integre a la arquitectura del edificio e igualmente a la decoración de la propia vivienda.

El diseño, es la combinación de la imaginación más la técnica de conocimientos de los elementos que la compondrán, para lograr finalmente un hermoso y práctico resultado.

Lo primero que tiene que hacerse para diseñar una terraza, es levantar un croquis de la misma. Este croquis se hará a una escala grande (1:10, 1:20 ó 1:30) y acotado, señalando todos los elementos fijos o estáticos que la componen, como: muros, ventanas, columnas, puertas de acceso, mamparas o cualquier otro tipo de cerramiento. Sobre este plano se podrá estudiar y zonificar la terraza según el estilo y los usos que desee su propietario.

En el proyecto de ajardinamiento de una terraza, se tendrán en cuenta las siguientes zonas.

Zona pasiva

Como su nombre indica es una zona relativamente estática que sufre pocas variaciones. Puede estar compuesta por mamparas de diversos materiales (muros, celosías, cristaleras, etc., o sólo por plantas con setos vegetales; o bien combinando los dos elementos, como por un muro recubierto por una enredadera o por una cascada de vegetación, un seto adosado a una celosía, etc. La zona pasiva cumple la función de tapar vistas no agradables o con vecinos y también de separar espacios o distintos ambientes en las grandes terrazas. Generalmente las terrazas de áticos suelen rodear por delante diversas habitaciones de la casa (despacho, salón, comedor o dormitorios) haciéndose necesario zonificar dicha terraza en varios ambientes, dividiendo mediante la zona pasiva las distintas partes de la terraza. Para realizar estas separaciones, se pueden emplear cerramientos estáticos como celosías, mamparas de madera, muretes de obra, cristaleras o con separaciones únicamente vegetales. Dichas separaciones tendrán que tener como máximo ciento cincuenta centímetros de altura, para lograr que la temperatura de la terraza sea amplia y abierta, y al mismo tiempo, que las personas que estén en estos distintos ambientes queden aisladas y con intimidad; si las separaciones fueran altas, lo único que se conseguiría crear serían pequeñas terrazas con ambientes excesivamente cerrados. Sin embargo, si lo que se desea suprimir son las vistas desagradables de edificios colindantes o bien con vecinos, es necesario que la zona pasiva tenga como mínimo doscientos centímetros de altura.

Zona activa

Está compuesta por diversas plantas que se pueden combinar y variar según la época de floración. Generalmente, la zona activa está formada por plantas vivaces, bulbosas y según la temporada por plantas anuales y bianuales.

Al diseñar la zona activa de la terraza, es preciso pensar que debe ser el lugar más decorativo y destacado de la misma. Es necesario establecer dentro de esta zona un polo o foco de atracción, compuesto por plantas vistosas y de grandes dimensiones, para después suavizar desde este punto la decoración con otras plantas de porte medio y pequeño que tengan la función de complemento. Este polo de atracción puede estar compuesto también por una escultura o fuente.

(Dibujo en alzado de la zona activa.)

Si la terraza no posee grandes dimensiones es preciso que el polo de atracción esté situado cerca de una esquina o bien adosado a la pared, para que la perspectiva de la terraza sea amplia. Las plantas de porte medio y bajo se colocarán igualmente alrededor de dicho polo. Asimismo para que la terraza nos ofrezca un efecto de mayor amplitud y altura es conveniente ajardinar sus muros o paredes perimetrales.

Zona de uso

Siempre que una superficie de una terraza lo permita, una parte de ella podrá destinarse al uso, como sola-rium colocando varias tumbonas o como lugar para trabajar, comer, reunirse, etc., colocando una mesa con sillas. Es preciso que esta zona de uso sea lo suficientemente amplia para poder acceder a ella cómodamente sin perjudicar las otras zonas vegetales.

V. ESTRUCTURA RESISTENTE DE LA TERRAZA

Es necesario conocer la base estructural de una terraza y tenerla en cuenta, a la hora de diseñarla, para poder disponer bien las cargas que en ellas se sitúen; es decir, saber dónde se pueden situar las jardineras, tinajas, macetas, etc. Las sobrecargas que deberán soportar estas zonas estructurales son los pesos de las jardineras en sí, más el de las tierras y el de las plantas; además, este peso se incrementará debido a los fenómenos atmosféricos, como el agua de riego o de la lluvia.

Se debe tener en cuenta, que el peso de un recipiente lleno de tierra equivale aproximadamente al doble de su volumen en litros, y al triple, si la tierra que contiene está bien regada o muy húmeda.

VI. PLANTAS PARA TERRAZAS

Para determinar y elegir las plantas que deben colocarse en una terraza, se tienen que considerar varios factores como: los aspectos estructurales y técnicos de la construcción, el volumen de los recipientes o jardineras, el clima de la región o lugar, la orientación de la terraza y los gustos y las necesidades del usuario.

Para la decoración de terrazas se puede escoger entre una amplia y variada gema de plantas, comprendidas en diversos grupos. Los más importantes son:

Anuales y bianuales

Son las más indicadas para formar la zona activa de la terraza, ya que se pueden renovar constantemente durante la primavera y verano. Es conveniente ornamentar la terraza con dichas plantas, cuando están en sus épocas de floración, ya que es cuando ofrecen su mayor belleza y colorido. Sin embargo, se deberán renovar o sustituir cuando dejen de tener su frescor, dicha renovación dependerá del calendario floral y de las evoluciones del ambiente y del clima.

Arbustos

Generalmente se utilizan en la ornamentación de grandes y amplias terrazas, formando setos de separación o bien en forma aislada constituyendo el polo de atracción de la misma o también formando un muro protector de vientos. Los setos compuestos por arbustos de porte irregular y de variados colores producen en las terrazas un efecto más suave y perspectivas más amplias. Por el contrario, los setos regulares y de un color uniforme no son muy recomendables ya que reducen visualmente el espacio habitable y aumentan la rigidez arquitectónica de la terraza.

Crasas o cactáceas

Generalmente se emplean para formar pequeños jardines de rocalla, combinando diversas especies de plantas crasas con elementos pétreos (piedras decorativas). Las cactáceas tienen la gran ventaja de soportar largos períodos de sequía, fuertes vientos y prolongadas exposiciones solares; por todo ello, son muy indicadas para ornamentar terrazas de difícil mantenimiento o que estén azotadas por fuertes vientos.

Tapizantes

Aportan a la decoración de la terraza suavidad y libertad a su estructura de líneas que generalmente son bastante rígidas. Además al cubrir la tierra ayuda a las plantas, manteniendo su humedad interna. Dada su particularidad de crecer colgando, pueden cubrir los tiestos hacia su base, modificando su rigidez geométrica, y aportando de esta forma efectos más dulces además de ampliar visualmente la superficie verde o ajardinada.

Trepadoras

Son las más adecuadas para decorar espacios o terrazas pequeñas, ya que son su frondoso y espectacular desarrollo aportan como las anteriores, fantasía y libertad a las rígidas y escuetas líneas del balcón. Existen dos tipos de enredadera, las volubles, que como no se adhieren por sí solas a los muros necesitan soportes de alambre, enrejados o pérgolas, como la madreselva, las clemátides, etc.; y las que se adhieren como las empelopsis, la hiedra, etc. Las trepadoras aportan igualmente una protección eficaz contra el sol, tamizando la luz y en su época de floración nos ofrecen un bello foco de colorido.

Vivaces

Debido a su fácil cultivo, son muy utilizadas en la ornamentación de terrenos. Existen gran cantidad de especies y variedades, de vistosos coloridos, que pueden combinarse según sus alturas, portes o tonalidades.

Bulbosas

Muy adecuadas para balcones y terrazas, ya que necesitan poca tierra para vivir y ofrecen, en primavera y otoño, bellas flores de distintos colores que alegran el conjunto vegetal. Las bulbosas más utilizadas son, los crocus, macizos, tulipanes, jacintos, etc.

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