Como ya hemos dicho anteriormente, es la practicada a partir de unos fragmentos vegetales.
Esquejes
Es un sistema de reproducción generalmente rápido, por el cual conseguimos nuevas plantas debido al enraizamiento de una de sus partes vegetativas. Esta operación se realiza cortando, de la planta que queremos reproducir, un trozo de tallo, raíz, yema u hoja, y plantándolo en tierra formada por la mitad de arena y la otra mitad de turba. Actualmente en los viveros se emplea mucho esta clase de multiplicación, ya que es rápida y con ella se consiguen plantas vigorosas, bien formadas, fuertes y de larga longevidad.
DISTINTAS FORMAS DE ESQUEJES
Debido a las distintas características y condiciones de las plantas, éstas se pueden multiplicar por distintas formas de esquejes como:
ESQUEJE CON HOJAS. Es fundamental que se obtengan , estos esquejes de las ramas del año. Hay dos formas de conseguirlos:
a) Esquejes de cabeza o terminal. Se conseguirá de ramas o tallos que tengan dos o tres yemas, pero en el caso de plantas enanas, el esqueje tendrá que tener mayor cantidad de yemas. Este sistema se puede aplicar tanto en plantas de hoja perenne como en plantas de hoja caduca, siempre que se elijan tallos que estén en su momento de madurez. La época más apropiada para efectuar esta operación es muy variable, pues depende de la clase de planta que se desee reproducir, oscilando desde primavera hasta otoño. Los esquejes no serán ni muy pequeños ni excesivamente grandes, su longitud estará comprendida entre los 10 y 15 centímetros; no obstante, algunas plantas, debido a su forma, requieren otras longitudes. Antes de procederse al corte de esquejes, se deberán limpiar bien todos los utensilios que se necesitan para esta operación, como tijeras, cuchillos, etcétera. Los esquejes se cortarán con tijeras o cuchillos, pero siempre realizando un corte limpio y perfecto. Una vez cortados, se han de reducir en hojas, con las tijeras, dejando tan sólo dos o cuatro hojas en la parte superior. No es necesario reducir a su vez estas hojas, cortándolas por la mitad, pero antiguamente se acos-, tumbraba cortarlas pensando que ello favorecía y provocaba un rápido enraizamiento del esqueje. Actualmente esta costumbre ha desaparecido parcialmente, ya que se considera que la hoja cortada es hoja perdida, y además a veces este corte llega a producir enfermedades; por esta razón, las hojas han de dejarse enteras.
b) Esqueje de talón. Se obtiene cortando una rama principal y sacando de ella los brotes laterales, separándolos de la rama a la longitud deseada y dejando en el esqueje el talón, que es la parte abultada que se halla entre la rama adulta y el esqueje.
Esta operación se practica en las plantas difíciles de esquejar, para obtener después un buen enraizamiento, ya que la parte de la rama anciana tiene las suficientes reservas acumuladas para dar raíces. Este sistema es muy empleado porque de él se obtiene excelentes resultados.
Los esquejes de talón y los terminales o de cabeza, son herbáceos y se empiezan a realizar a partir de mayo, como el Rhus cotinus que se hace con brotes muy tiernos de 10 centímetros de longitud, continuándose durante todo el verano, esquejando los demás arbustos desde julio hasta setiembre.
Las coniferas se reproducen generalmente mediante esquejes de talón, de 10 a 15 centímetros de longitud, que se extraen de las ramas del año. Para que la planta se forme mejor, los esquejes se obtendrán de los terminales de las ramas.
Actualmente, en los viveros, a estos esquejes se les denomina «obertura» y han de ser sometidos a un tratamiento hormonal para obtener los máximos resultados, siendo éste un trabajo de profesionales y especialistas. Durante el invierno se pueden reproducir por este método las coniferas. Esta operación se realizará desde noviembre hasta febrero, obteniéndose excelentes plantas en el próximo año.
Esquejes sin hojas o leñosos. Estos esquejes son mayores que los herbáceos, con una longitud de 20 a 25 centímetros y se deben realizar durante el invierno, pero vigilando siempre la madurez del tallo, factor muy importante que varía, de un año a otro, según la climatología.
El corte inferior del esqueje siempre se realizará a medio centímetro por debajo de un nudo. En muchas ocasiones es conveniente hacer un corte transversal inferior del esqueje, con el fin de facilitar el enraizamiento.
Antes de plantar estos esquejes en el jardín o en macetas, es aconsejable enterrarlos durante algún tiempo. Se tendrá también la precaución de no plantar dichos esquejes en terrenos muy abonados con estiércol, añadiendo el abono una vez estén enraizados. La plantación de estos esquejes se realizará enterrándolos casi en su totalidad y dejando únicamente al exterior de 5 a 7 centímetros. El enraizamiento se produce durante las semanas siguientes. Este sistema de reproducir las plantas ha sido empleado para muchos vegetales; sin embargo, actualmente sólo se utiliza en determinadas plantas como: Ribes, Ligustrum, Platanus, Glycina, Populunia, Salix, Dentzia, Philadelphus, Weigelia, Symphoriocartus, llosa, Spiraea, etc.
Esqueje de raíz. Sólo las plantas que son capaces de emitir yemas en las raíces se pueden roproducir por este sistema. Generalmente ios esquejes son de 8 a 10 centímetros de longitud, pero su dimensión varía según la clase de raíces. Para que la plantación se realice satisfactoriamente, la parte inferior del esqueje, que irá enterrada, se cortará en horizontal; pero en la parte superior el corte será en diagonal.
Los esquejes se obtienen de las raíces de las plantas madres. Estas raíces han de ser previamente lavadas, a fin de facilitar su corte radicular para la producción 1 de esquejes; más tarde, éstos se colocarán en cajas para tu plantación.
Con este método de reproducción, se obtienen buenas plantas durante todo el año, ya que permite que siga el desarrollo radicular durante el período de frío.
Las plantas, que generalmente se reproducen por este método son: Rubus, Phlox, Rhus, Campis, Deanthopanax, Xanthomonas, Chaenomeles, etc.
Es muy importante saber que las plantas de hojas matizadas o coloreadas no pueden reproducirse por este método, ya que la nueva planta obtenida no conserva las características de color y tonalidad.
Esqueje de hojas. Este sistema de multiplicación sólo puede emplearse con plantas que sean capaces de emitir yemas en sus hojas en condiciones favorables. Para obtener los esquejes, se escogerán las hojas mayores y sanas y se cortarán dejando muy poco peciolo; estas hojas podrán plantarse planas o verticales, en el primer caso las hojas se presionarán ligeramente para que queden bien sujetas al suelo y en contacto total. En los dos casos veremos aparecer, al cabo de un tiempo, unas hojitas que poseen la consiguiente cabellera radicular, las cuales se separarán de la hoja mediante un cuchillo y formarán nuevas plantas, ya que cada hoja puede llegar a dar varias plantas.
Durante este proceso la tierra ha de mantenerse lige-inente húmeda y templada, pero además los esquejes berán vigilarse constantemente para que no lleguen a fcOger enfermedades criptogámicas, que son las producidlas por hongos, las cuales se propagan rápidamente y son mortales.
Este método de reproducción queda limitado a un reducido número de plantas como, la Sanseviera, Violeta africana o Saintpaulia, Begonia rex y Peperomia.
Esqueje de yema. Este sistema sólo se emplea en raras ocasiones y en casos especiales, como ocurre con las viñas; sin embargo, algunas plantas pueden reproducirse por este sistema lográndose buenos resultados. Los esquejes se obtienen, durante el período de reposo de la planta, sobre tallos despojados y deben escogerse las yemas que estén bien formadas, ya que las inferiores no son útiles. Se debe elegir un nudo que tenga 2 centímetros de longitud. Actualmente se emplea otro sistema de reproducción partiendo de los meristemos; no obstante, este método es muy complicado y lo hacen los especialistas en laboratorios.